Cada sesión es una exploración suave y profunda de tu cuerpo. En lugar de comenzar con carga física, iniciamos con una evaluación consciente a través del movimiento. Realizamos pruebas neurofuncionales simples para detectar áreas de desconexión, desequilibrio y patrones que el sistema nervioso ha acumulado con el tiempo.
A través del trabajo con movimientos oculares, respiración y equilibrio, restauramos la conexión entre el cerebro y el cuerpo, eliminamos tensiones, mejoramos la coordinación y desarrollamos fuerza real. Muchas veces el dolor, la rigidez o el cansancio constante no son debidos a músculos débiles, sino a un mapa corporal difuso en el cerebro. No combatimos los síntomas, vamos a la raíz del problema.
Gracias a la estimulación precisa de los sistemas visual, vestibular y articular, el sistema nervioso se aclara y el movimiento se vuelve fluido y natural.